¿Te mueves constantemente entre el éxito y el fracaso?
La sociedad en la que vivimos nos invita constantemente a buscar el éxito, ya sea en el dinero, en la familia, en los logros laborales…y solo en el momento en el que lo alcanzamos nos sentimos personas útiles y de provecho. Y, por su parte, si no alcanzamos ese éxito del que hablamos, probablemente nos sintamos como personas desafortunadas, que no aportan nada útil y que están destinadas a ser infelices.
Sin embargo, pocas veces nos paramos a pensar en la utilidad o el sentido que tienen las cosas en nuestra vida, y es ahí donde reside la verdadera clave para la felicidad. Por ejemplo, cuando tenemos una discusión en casa, tendemos más rápido a pensar “vaya día tan malo llevo” o “todo son problemas”, que en “¿qué puedo sacar yo de esta discusión?”. Al final, la felicidad no deja de ser una actitud ante la vida, que no solo se queda en lo ganado o lo perdido, sino que va más allá. ¿De qué me serviría que me subieran de cargo en el trabajo, si lo único que he hecho ha sido quitarle la idea novedosa a mi compañero? Desde luego sería un éxito el ascenso, pero ¿tendría sentido para mi vida? ¿qué me aportaría a nivel personal y profesional ese ascenso? Por parte del compañero, sería un fracaso no haber conseguido el ascenso puesto que le han quitado la idea, sin embargo, ¿qué le aportarían las horas de trabajo, esfuerzo y la constancia a nivel personal y laboral?
Añadámosle un eje más a esta dicotomía entre el “éxito” y el “fracaso”, el eje del “sentido” y “sin sentido”. De tal forma que pueda haber éxitos y fracasos con o sin sentido.
Desde Camins, te animamos a que amplíes tu mirada y que no reduzcas la felicidad solo al éxito, puesto que el sentido de las cosas es el que de verdad nos va a ayudar a crecer y a desarrollarnos en nuestra integridad como personas.
Teresa Lamana Selva
Psicóloga Sanitaria en Psicología Camins