MANTRAS FAMILIARES

Problemas familiares

MANTRAS FAMILIARES

Dentro de cada familia existen unas creencias o expectativas que se traspasan de generación en generación. Estas creencias a veces pueden llegar a ser muy limitantes para la propia persona ya que se llegan a imponer como mandatos o dogmas incuestionables. Hay que tener en cuenta que estas expectativas no son visibles y en muchos casos son muy difíciles de detectar lo que dificulta aún más su cuestionamiento.

A continuación, vamos a hablar de aquellos mandatos más comunes. Al visibilizarlos somos más conscientes de su existencia, lo que nos ayuda a trabajar en nuestro amor propio y vincularnos desde la responsabilidad afectiva.

La familia es lo primero

Existe una creencia extendida de que debemos priorizar a nuestra familia sobre todas las cosas. Tomar esta creencia como un dogma puede ser muy limitante si en tu familia existen relaciones de maltrato o abuso porque de alguna manera se acaba normalizando ese tipo de violencia y podemos acabar reproduciendo estos modelos de conducta.

En la familia todo se perdona

Esta creencia es muy parecida a la anterior, dado que las relaciones familiares son para toda la vida, da igual cuanto daño te hagan que se deben perdonar. En cambio, esto para nada tiene porqué ser así, los límites son sanos y necesarios para tener relaciones desde el respeto, la confianza, el cariño, la seguridad y el amor.

Tienes que quererlo es de tu sangre

Es cierto que el amor y la familia están muy relacionados porque solemos pasar mucho tiempo con nuestros familiares, pero esto no quiere decir que por tener un vínculo consanguíneo se tenga que querer por obligación a todos los miembros de la familia. De hecho, este mandato tiene mucha conexión con la legitimización de la violencia y el maltrato dentro de la familia (por ejemplo: “tienes que querer a tus padres, aunque te peguen, griten, humillen, ridiculicen…”). Cómo consecuencia de esta creencia no aprenderemos a recibir y dar amor de una manera sana con el resto de vínculos de nuestro entorno.

Sólo hay un modelo válido de familia

Dentro de nuestra sociedad heteronormativa se considera que el único modelo válido de familia tiene que estar compuesto por un padre, una madre y sus hijos, cuando realmente puede haber diversos modelos de familia. Por ejemplo, existen familias con dos madres, familias con dos padres, familias monoparentales, familias sin padres… Y todos estos modelos de familia son igualmente válidos.

La familia debe estar unida

Forzar a la familia a estar unida cuando no se construye de manera natural desde los cuidados, el amor, la confianza, la seguridad y el respeto, acaba generando mucha agresividad contenida que puede terminar fragmentando los vínculos familiares.

Los mayores son los que saben

Este mandato familiar viene a decir que las personas mayores son las únicas capacitadas para dar su opinión ante ciertos aspectos o ante la toma de decisiones. Esto tiene como consecuencia la infantilización e invalidación de las capacidades de los miembros que están por debajo de la “jerarquía familiar”.

Con todo lo que hemos dado por ti

En las familias se tiende a pensar que debemos sacrificarnos por nuestra familia, relacionándonos desde la deuda o el miedo a pedir permiso. Esto suele generar culpa en el individuo que recibe este tipo de manipulación.

La omnipotencia del que dirán

Al tener la creencia de que existe sólo un modelo válido de “familia perfecta” se tiende a tapar o a evitar hablar de aquellos conflictos que existen dentro de la familia de puertas para fuera, como si todo fuese idílico.

La oveja negra

Es un mandato muy interesante porque suele ser el miembro de la familia que primero se cuestiona todos estos mandatos anteriores, aquella persona que no tiende a comportarse en base a estas normas rígidas. Por lo tanto, la figura de la oveja negra dentro de las familias es muy necesaria para deconstruir todas estas creencias. Así que ya sabes que si te dicen que eres la oveja negra de tu familia puedes sentirte orgulloso de poder generar un cambio en los demás miembros.

Ada Simonnet, psicóloga de Camins

Si tu hijo o hija tiene dificultades de aprendizaje o cualquier tipo de problema psicológico no dudes en llamarnos.